¡Auténtico encanto mallorquín con elegancia moderna!

Esta joya completamente renovada se encuentra en un elegante edificio antiguo de sólo dos plantas, lo que crea un ambiente tranquilo y privado. El acceso a la azotea comunitaria con tres prácticos trasteros (de 6 m² cada uno) invita a relajarse y ofrece una encantadora vista panorámica sobre el animado barrio de Santa Catalina hasta el puerto, con una pizca de vistas al mar. En el interior, encontrará un amplio salón-comedor con techos altos, carpintería de madera restaurada con esmero y una moderna cocina totalmente equipada. Dos elegantes dormitorios principales con cuartos de baño en suite garantizan el máximo confort, mientras que un tercer cuarto de baño está a disposición de los huéspedes. El piso irradia una agradable luminosidad y una ligereza mediterránea gracias al refrescante patio de unos 12 m². Destaca la armoniosa mezcla de estilo rústico mallorquín y modernidad minimalista. Elementos originales como las vigas de madera vistas y las características paredes de piedra de "mares", tan típicas de la isla, aportan calidez y autenticidad al ambiente. Este piso es una auténtica joya, ideal como residencia permanente o casa de vacaciones exclusiva.